Cuéntame un cuento

LA CENISTAR DEL DEPORTE


Hace pocos años, en las afueras del reino llamado “Bencity”, vivía una joven. Ella se llamaba Cenicienta pero como le gustaba mucho el deporte, (el fútbol) le decían Cenistar.  Vivía en una pequeña y moderna casa con su madrastra.  Cenicienta era joven, tenía unos 19 años, el pelo lo tenía entre azul y morado, una mezcla. Sus ojos eran verdes y la nariz pequeña. Sin embargo, la boca era tan grande y tan bonita… que a los chicos se les caía la baba.


Ella no tenía muchos amigos, pero le gustaba tener pocos. Aunque en las afueras tampoco había muchas personas.
Sus amigos se llamaban: Ally, Juan y Carlos. También conocía al príncipe Benjamin, pero solo le había visto unas cuantas veces.


Su madrastra era, hermosa. De joven había sido cantante o algo así, pero desgraciadamente lo dejó. A cenistar no le hacía mucha gracia lo de ser cantante pero bueno… por lo menos ya se había terminado todo ese rollo.


Un día normal, Cenistar y sus amigos habían quedado para ir a la montaña que rodeaba Bencity. Allí, estuvieron mirando el reino, con los prismáticos. Carlos y Juan todo el rato estaban comiendo fresas con chocolate, pero Ally y Cenistar seguían mirando el maravilloso paisaje.


De-repente empezó a llover, algo poco normal. No tenían paraguas, entonces se quitaron las chaquetas y volvieron a sus casas.


Cenistar llevaba tiempo pensando irse a EE.UU para conocer a su ídolo: Alex Morgan. Pero ella sabía que su madrastra no le iba a dejar, porque los estudios no iban muy bien.
Cenistar, se lo dijo a su madrastra y ella no dijo que no, pero si le hizo una promesa: si aprobaba todos los exámenes podría ir a EE.UU. Pero acompañada de alguien.


Ella sabía que para aprobar todo tendría que ir a Bencity, pero no quería dejar ahí a sus amigos. Entonces, pensó que ella y sus amigos se iban a ir Bencity a estudiar.


Pasaron meses y Cenistar ya estaba con sus amigos en Bencity. Allí conocieron a Benjamin, el príncipe.
El príncipe le ayudó a Cenistar a aprobar, (estaba enamorado de Cenistar).Cenistar le dijo a su madre que había aprobado todo y que estaba dispuesta a llevarse con ella a Ben.


Ben y Cenistar, viajaron a EE.UU. Cenistar estaba muy contenta, una vez que llegaron al aeropuerto de New York, cogieron un taxi al hotel Room Mate Grace en el mismo New York.
Se instalaron en hotel y descansaron hasta el día siguiente.


Al día siguiente, fueron al campo de entrenamiento de la selección femenina de fútbol de EE.UU. Cenistar se compró un balón para que las jugadoras se lo firmaran. Cenistar estaba muy emocionada, Ben, en cambio, no sabía nada sobre fútbol. Solo de fútbol americano.


Por fin, las jugadoras salían al campo, todo el mundo estaba gritando de emoción. Cenistar… ni te cuento. Las jugadores, pasaban por cada esquina del campo para firmar autógrafos, para sacar fotos…


Llegó la hora de que pasaran al lado de Cenistar y Ben. Todas las jugadoras, menos A. Morgan le firmaron el balón. La pregunta era: ¿dónde estaba Morgan?


Cenistar se fue triste al hotel, y Ben fue detrás de ella intentando consolarla. Él no quería ver así a Cenistar, entonces, él llamó a la hada madrina y le contó lo ocurrido. El Hada le dijo a Ben que haría un conjuro mágico para que de repente Alex Morgan tocase la puerta.


Como dijo la Hada, de repente, alguien toco la puerta. Ben dijo.
-¿Quien es?
-Eso es, ¿quién será?-respondió Cenistar sorprendida.
-Hola, soy Morgan, había quedado aquí con Benjamin para conocer a una estrella del fútbol-respondieron desde detrás de la puerta.


Cenistar empezó a llorar de emoción. Se lo agradeció mucho a Ben.
Alex Morgan entró a la habitación y abrazó a Cenistar. Los tres juntos fueron al campo de fútbol a jugar y ya de paso a enseñar a jugar a Ben.


Cenistar jugaba muy bien al fútbol. Morgan le dijo a ver si quería entrenar con la selección femenina de EE.UU.
Ella, muy contenta,  aceptó la propuesta.

Pasaron años y Cenistar, Ben, Ally, Carlos, Juan y Morgan se fueron a vivir a una isla perdida.

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