LA MISERIA DEL LOBO

LA MISERIA DEL LOBO

Querida madre de Caperucita:

           Tengo mucha hambre llevo muchos días sin comer sabéis lo que es eso… cómo vais a saber vosotros los humanos si cuando os entra hambre vais a la nevera y comes, pero, nosotros los lobos tenemos que buscar la comida por el bosque. Encima cuando yo busco la comida le tengo que dar a mis hijos y a mi esposa Pili, porque no sabéis como es ella.Me suele decir:
     -Solo piensas en ti¿No sabes que tienes hijos? ve a buscar comida para ellos y
       luego si sobra algo te lo comes tu. (tono enfadado)
Yo creo que la he querido con el tiempo.Mis padres querían que me casara con ella. En este momento soy feliz pero sé que los 20 años que he pasado con Pili, ella no ha sido feliz y yo tampoco.Ella siempre me decia:
      -Ya veras que felicez vamos a se con nuestros hijos.Al final vamos a terminar
        queriendonos. (tono alegre)

             Bueno volviendo al tema le doy mi mayor pésame por la pérdida de su abuela.Intentamos sacarlo de mi tripa como dice el cuento, pero de verdad que no le gustaría saber lo que salió de mi tripa.
Te voy a contar lo que pasó:como antes he dicho todo lo que encuentro se lo tengo que dar a mis hijos.Pues ese dia decidí que la comida que encontraba seria para mi.
Sabía que Caperucita iba a casa de su abuela, y pensé:
       -Primero comeré a la abuela que esta mas seca y luego a Caperucita para que
        me deje un sabor dulce en la boca.
Pero uno de mis hijos me vio y fue a contarle a mi esposa.Ella creía que le estaba engañando con otra.
Entonces entró a la casa justo cuando iba a comer a Caperucita.
       -Lobo anqueroso como me has podido hacer eso yo nunca te he sido infiel.
         (muy enfadado)
       -Esto no es lo que parece.Te lo puedo explicar-le respondi asustado.
        (tono asustado)
       -No necesito que me expliques nada.Todo esta muy clao.
        (tono muy enfadado)
      -Tranquila mujer no a pasado nada.Además este lobo no me gusta a mi me
        gustan los humanos.-dijo Caperucita intentando calmarla. (tono dulce)
      -No te estoy engañando.Como tenía mucha hambre decidí comerme a la abuela
       y luego a Caperucita. (tono melanconico)
      -Mira por una parte me alegro que no me estes engañando.Pero por otra parte   
       por favor no tienes corazon.¿Cómo ha pensado comer a esta niña?¡Estas loco!
       (tono sorprendido)
 
      Por otra parte darle las gracias a Caperucita por comportarse como una muchacha adulta y por controlar a mi mujer en la “operación” que si no la controlaba sería capaz de abrirme la cabeza pensando que la abuela esta hay.
Con esto me despido y les deseo lo mejor.

                                                                                           LA FAMILIA LOBO

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