CUENTAME un CUENTO

Hansel y Gretel  

El anterior año, un domingo de un invierno muy frío, Hansel y Gretel estaban en su casa jugando a los videojuegos. Eran dos “frikis” de los videojuegos. Pero Hansel era un niño rubio con flequillo, tenía los ojos azules, no era muy alto pero tampoco bajo, era listo, majo, un poco travieso… Y Gretel, era una niña con el pelo castaño liso, con los ojos marrones, no era muy alta pero tampoco baja, guapa, lista maja, educada... Estuvieron toda la mañana jugando, y siguieron jugando, hasta que dieron las 16:45 más o menos. Hasta que llegó su padre que era un hombre grande, alto, pelirrojo, un poco refunfuñón, un poco mandador...,  y les preguntó:

-  ¿ Porque no vais a la plaza a comprar chuches?  ¿Y después de comerlos jugar un poco en la nieve? (dió la idea sabiendo que hacía mucha nieve)
- ¡Eso eso…!-entró en la conversación una voz que venía desde la cocina.
- Vale, vale. Pero espera un poco que tenemos que acabar esta partida- dijeron los dos a la vez lamentándose.
- Vale pues cuando acabéis la partida os vestís para jugar a la nieve y decirle a mamá lo del dinero… ¿Vale?- insistió el padre.
- ¡Siiiii!- respondieron los dos niños.

Acabaron la partida, se vistieron para ir a la calle y  fueron a la cocina.
La madre de ellos, era trabajadora, normal de altura, rubia con un poco de rizos, lista... y estaba en la cocina haciendo una receta. Y les dijo:

- Hansel, Gretel, si vais a la plaza veréis a la abuela, que vino ayer de vacaciones. Iréis a verla preguntandole que tal y eso,... y ya de paso os dará dinero para comprar chuches. ¿Vale?

- Vale mamá- respondió Gretel sonriendo.

Ya eran las 17:30 de la tarde, y salieron de casa. La plaza no estaba muy lejos, pero tardaron bastante, porque en el camino empezaron a jugar con la nieve, echando bolas…   
y para cuando llegaron, ya eran las 18:30. Vieron a la abuela esperando. Era una abuela no muy vieja, con pelo rubio bastante corto, una persona que se preocupaba muy rápido, maja, bastante charlatana, buena gente… Y comenzó a hablar:

- ¿Hola que tal?
- Bien. - respondió Gretel
- Ya estaba preocupada, habéis tardado mucho…
En ese momento, había pasado un amigo de Hansel y fué a hablar.

Y la abuela y Gretel se metieron en la tienda de chuches para calentarse un poco y comprar las chuches claro…
Cuando fueron a pagar las chuches, entró un ladrón. Y le gritó al tendero:

- ¡Dame todo el dinero!
- Espere por favor- suplicó el tendero.
- ¡¡¡Venga rápido!!!- gritó el otro.
- Espere… por favor.

La abuela vió y como era buena persona, se ofreció para que le llevara a ella secuestrada para que no le robara la tienda, y el ladrón le hizo caso y le lleva a la abuela y a Gretel.

Después, Hansel se dió cuenta, que se le hacía tarde y fué a la tienda.

Entonces, cuando entra en la tienda le pregunta al tendero:

- Hola. ¿Has visto una abuela con una niña?
- Eeeee… Si. Estaban comprando, y vino un ladrón... y les han secuestrado- respondió el tendero casi llorando.
- ¡¡¡¡¡Ohhhh no!!!!! ¡¡Voy a por ellos!!

Hansel salió corriendo, y les vio a los tres muy lejos. Entonces empezó a correr. Pero sin hacer mucho ruido.

El ladrón les metieron en una casa que se hacía vino (que había fuera del pueblo). Hansel estaba cansado de tanto correr. Tomó un poco de aire y le llamó a la policía y enseguida a sus padres.

Media hora después, vinieron todos, y les rescataron. Y al ladrón le llevaron a la carcel.

Tenían frío, y después de coger un taxi, fueron a casa, ¡Y colorín colorado este cuento está nevado!

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