Esta historia va sobre dos hermanos,
que se querían mucho,
pero en casa tenían un problema entre manos.
Estos dos se llamaban Gretel y Hans,
y tenían un padre bastante corrupto
pues tenía de referencia a un hooligans,
que solo sabían robar.
Tampoco es tan raro, teniendo en cuenta que era político
pero lo malo vino cuando lo pillaron
y le hicieron tomarse un ansiolítico.
Ya que se quedó sin nada,
pensando que el dinero no volvería
la mujer postiza se quedó desolada,
pero le prometió al hombre que nunca lo dejaría.
Pero para librarse de los niños
-Cariño, tenemos que deshacernos de tus hijos
le dijo entre guiños
-Llevémoslos a un internado. Fijos.
Al padre no le había hecho mucha gracia
Pero la mujer olvidando los modales
se lo repitió muy rancia:
-¡Que los metas en un internado!
Y el otro, a causa del miedo
aceptó un poco renegado.
Llegó el momento de abandonarlos.
Los llevaron al “internado”,
y el padre queriendo engañarlos
les dijo que estaba acabado
y que no podría criarlos.
Les dejó allí con el móvil
a media batería,
y al hacerlo se quedó inmóvil,
porque vio que se arrepentía.
Pero ya era tarde.
Los hermanos, no sabían qué hacer,
y empezaron a jugar con el móvil
hasta que este empezó a arder.
Cómo para decirlo de otra manera,
estos se quedaron sin miguitas de pan
que les ayudarían a llegar hasta su hogar.
Hans y Gretel investigando un poco,
llegaron al lado de una puerta
y de esta salía uno con pinta de loco.
Entraron.
Nada más entrar, vieron que era un despacho.
Exactamente el despacho del director
y de repente entró el loco con mostacho.
El director.
Les pilló con las manos en la masa
y les castigó limpiando las antiguas cocinas
de aquella casa.
Hacían eso todas las tardes,
y como Hans no era del todo valiente,
fueron los dos unos cobardes
y no le hicieron frente.
Hasta que un día se hartaron,
todas sus joyas robaron,
y se escaparon del internado.
Al llegar a la ciudad,al director denunciaron
y a la tarde a este habían atrapado.
Al director de aquel internado,
por varias cosas arrestaron:
por malos tratos, por cosas haber robado…
y por aquel arresto, todos sus copas alzaron.
El padre de los hermanos,
al oír la noticia en la televisión,
seguido fue a buscarlos
pero cuando llegó, algo le llamó la atención.
No había nadie.
Mientras tanto, los hermanos
con todas la joyas que robaron
por su gran traición de su padre se olvidaron.
Y la moraleja de este cuento es,
que si te dan a elegir,
elige a la familia,
porque el dinero puede ir y venir.
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